Hola ciruelos, el post de hoy es una traducción casera de una entrada de Leo Babauta, titulada «8 Essential Strategies to Saying ‘No'». Es un texto que he encontrado por ahí, a través de la página Zen Habits, y que me resultó útil recientemente y que espero que os sirva. Está destinado a los «freelancers» (algo así como los autónomos, aquí en España), pero creo que a todos nos puede venir bien en un momento dado. Disfruten:
8 Estrategias esenciales para decir «No»
Una de las habilidades más importantes que un freelancer puede tener es la capacidad de decir «no».
Sin esa habilidad, estarás saturado de peticiones y tareas, y con un exceso de trabajo continuo y plazos vencidos, la calidad de tu trabajo se resentirá, y aceptarás trabajos que no disfrutas y por los que no te pagan lo suficiente respecto al tiempo dedicado.
Diciendo «no», aunque podrías pensar que otras personas se sentirán ofendidas o heridas (y es posible), también estás enviando un firme mensaje de que valoras tu tiempo, que tienes prioridades, y que respetas a la persona a la que estás diciendo que no, al no querer aceptar algo que va a resultar en un trabajo imperfecto o incompleto.
¿Debería entonces decir que no a todo lo que llegue a mis manos? Por supuesto que no (como freelancers, sabemos que debemos aceptar el suficiente trabajo como para pagar las facturas, y que en ocasiones tenemos que decir «si» a tareas lejanas a las ideales). Pero también es importante que sepas qué eres capaz de llevar a cabo, en qué te gustaría realmente trabajar, y si la petición actual que estás considerando se ajusta a tus prioridades. Y es muy importante que si no necesitas o estás interesado realmente en el trabajo, seas capaz de decir «no» sin vacilar.
Esto no siempre es una habilidad fácil de adquirir. Para aquellos que tienen problemas diciendo «no», aquí hay unas pocas estrategias prácticas para intentarlo:
1. Intenta decir «sí» en primer lugar: Esto puede sonar contradictorio, pero piensa que es una forma de «judo» mental. Dices que sí a la tarea (asumiendo que quieres hacerla pero no tienes tiempo suficiente) y entonces haces una de estas dos cosas: 1) Dices «Vale, pero estoy muy ocupado… ¿puedes volver a preguntarme dentro de un mes? No quiero aceptar hasta que realmente pueda hacer un buen trabajo» o 2) Dices «Vale, pero ¿puedes hacer antes X, Y y Z para ir probando antes de empezar?». En ambos casos, no estás diciendo que no directamente, pero estás volviendo a poner la pelota en su tejado. Sólo debes decir estas cosas si eres sincero y quieres hacer la tarea, pero no puedes hacerla en este momento. Es una manera de postponer la acción por el momento, sin tener que decir que no.
2. Conoce tus compromisos: Para saber cuándo decir que no, necesitas saber qué tienes entre manos. Deberías tener una lista de proyectos/tareas comenzados, así como una lista de tareas, confeccionada no con los proyectos, sino con los pasos concretos que necesitas completar durante la semana, más o menos. Una vez que veas la lista de compromisos, podrás decidir si la petición se ajusta a tu agenda, y si es lo suficientemente prioritaria como para ponerla en la lista de compromisos. Guarda esa lista cuidadosamente, y añade sólo lo que sea realmente importante.
3. Valora tu tiempo: Una razón por la que un montón de gente no puede decir que no es porque, tal vez inconscientemente, piensan que su tiempo no es tan valioso como el de los demás. Por ejemplo, si alguien te pide que hagas algo que podía hacer él mismo y aceptas, estás diciento que su tiempo es más valioso que el tuyo (porque si no, lo haría él en vez de hacerlo tú). Aprende a valorar tu tiempo (sólo tienes una cantidad finita del mismo, y probablemente sea tu recurso más valioso) y aprende cómo mostrar a los demás que lo valoras, rechazando peticiones que no tienes por qué hacer tú mismo.
4. Aplazar: Parecida a la primera estrategia, esta técnica consiste en no decidir acerca de algo, ni decir sí o no, sino decir al cliente que te vuelva a preguntar más adelante. Por ejemplo, podrías decir «Ahora mismo tengo un montón de trabajo. ¿Me pegas un toque en un par de semanas?». Si el cliente es bueno, pondrá un recordatorio en su agenda para darte un toque en un par de semanas, si no, probablemente se le olvide. A veces, si aplazas un par de ocasiones seguidas, el cliente se dará por vencido. Pero no es buena idea aplazar demasiadas veces una misma petición, no otorga buena imagen. Después de dos aplazamientos, en la tercera pregunta deberías dar una respuesta definitiva.
5. Sé educado, pero firme: Un error que comete un montón de gente es ser demasiado amable, demasiado ambiguo. Quieren decir «no», pero hacen que suene como si estuvieran dudando. Al dar ese tipo de respuestas, una persona firme seguirá presionándote hasta que digas que sí, porque piensan que hay posibilidad de que cambies de opinión. Pero no es necesario ser brusco. Un simple «no, ahora mismo no puedo» será suficiente.
6. Adelántate: Si crees que es probable que te hagan una petición, es más facil decir a la gente que estás ocupado antes de que te hagan la petición como tal. Si te reúnes con alguien, podrías decir algo como «Antes de comenzar, tengo que decirte que mi agenda está completa para el siguiente mes, así que no voy a comenzar ningún proyecto durante por lo menos 30 días.» Esto pondrá sobre aviso a la persona que pretenda pedirte algo, y no pueden culparte cuando digas que no.
7. «Me encantaría, pero»: Similar a la primera estrategia, consiste en enviar el mensaje de que parece un gran proyecto, pero no puedes simplemente por motivos de agenda o por otros compromisos. Si el proyecto parece verdaderamente interesante, a menudo valdría algo como «Suena fenomental, y me gustaría poder formar parte del proyecto». También sería positivo sugerir alternativas si fuera posible, ofreciéndole al cliente ideas que le podrían venir bien, o hablándole de otros profesionales. La mayoría de la gente realmente aprecia este tipo de negativas, porque también les ayuda en su proyecto.
8. Nunca digas «lo siento»: Una vez más, tienes que valorar tu tiempo. Si pides perdón, estás enviando el mensaje de que estás haciendo algo mal al decir que no, que de alguna manera no deberías hacerlo. Es muy tentador pedir disculpas, lo sé. A menudo decimos cosas como «lo siento, pero…» o «Me habría gustado, lo siento mucho», sólo porque nos resulta incómodo decir que no. Pero nuevamente, estás enviando el mensaje equivocado. Vuelve a leer la estrategia 5 para un mejor enfoque.
Comentarios recientes